CIENTÍFICOS DESCUBREN EVOLUCIÓN DE LAS NEURONAS A TRAVÉS DE CRIATURAS DEL MAR

Científicos han dado con un hallazgo impresionante, el origen de las neuronas, el cual podría estar en criaturas marinas

neurona Foto:@agencia_sinc

Ciudad de México a 19 de septiembre de 2023.-

Un estudio señala que, las neuronas cumplen un rol fundamental para nuestro sistema nervioso, ellas son las encargadas de transmitir y procesar información mediante señales eléctricas que permiten el óptimo funcionamiento de dicho sistema que permite ver y escuchar, así como reconocer lugares o a nosotros mismos.

Por ello, la importancia de las neuronas es central en nuestro organismo, es por eso que los científicos han volcado todos sus esfuerzos en conocer más sobre su funcionamiento y origen. En este sentido, científicos han dado con un hallazgo impresionante, el origen de las neuronas en animales complejos, y el cual podría estar en criaturas marinas.

El origen de las neuronas podría estar en animales marinos

Dicho estudio realizado por el Centro de Regulación Genómica de Barcelona publicado en la Revista Cell da nuevas pistas sobre la evolución de las neuronas. Un análisis centrado en los placozoos, animales marinos de aproximadamente un milímetro de tamaño ha revelado que las células secretoras especializadas presentes en estos seres podrían haber dado lugar a neuronas en animales más complejos.

Los placozoos aparecieron en la Tierra hace 800 millones de años, junto a los ctenóforos, esponjas, los cnidarios y los bilaterales, es uno de los cinco principales linajes de los animales.

Son animales increíblemente pequeños que se alimentan de microbios y algas y viven en la superficie de las rocas de mares cálidos y poco profundos. Tienen una forma de disco aplanado y no tiene extremidades ni órganos.

Los autores utilizaron una serie de técnicas moleculares y modelos computacionales para entender cómo evolucionaron los distintos tipos de células de placozoos y reconstruir cuál podría haber sido su aspecto y cómo podrían haber funcionado nuestros ancestros.

El estudio muestra que los nueve tipos celulares principales de los placozoos parecen estar conectados por diversos tipos de células “intermedias” que cambian de un tipo a otro. Estas crecen se dividen y mantienen un frágil equilibrio de los tipos celulares necesarios para que se mueva y coma, las células crecen y se van dividiendo.

Sin embargo, los investigadores también encontraron catorce tipos diferentes de células peptidérgicas, que se distinguían de las demás al no mostrar ni tipos intermedios ni signos de crecimiento o división.

Llama la atención que esas células peptidérgicas compartían similitudes con las neuronas, un tipo de célula que se cree que apareció millones de años después en el ancestro común de los animales bilaterales y cnidarios”, señalan los investigadores.

El estudio concluyó que los componentes básicos de la neurona se formaron hace 800 millones en los placozoos que vivían en una Tierra prehistórica.

En un comienzo estas empezaron como algo similiar a las células secretoras peptidérgicas de los placozoos actuales y “eventualmente adquirieron nuevos módulos genéticos que les permitieron crear el andamio post-sináptico, formar axones y dendritas y crear canales iónicos que generan señales eléctricas rápidas”.

Estas innovaciones fueron cruciales para el amanecer de la neurona alrededor de cien millones de años después de que los ancestros de los placozoos aparecieran por primera vez en la Tierra”.

Pese a ello aún queda mucho camino por recorrer en la historia de la evolución de las neuronas.

Los placozoos carecen de neuronas, pero ahora hemos encontrado sorprendentes similitudes moleculares con nuestras células neuronales. Por otro lado, los ctenóforos sí tienen redes neuronales, con diferencias y similitudes clave con las nuestras. ¿Significa esto que las neuronas evolucionaron una sola vez y luego divergieron, o evolucionaron más de una vez, en paralelo? ¿Son un mosaico, donde cada pieza tiene un origen diferente? Estas son preguntas que aún quedan por responder”, afirma el Dr. Xavier Grau-Bové, primer coautor del estudio e investigador postdoctoral en el Centro de Regulación Genómica.

Con información de: El Sol de Toluca