En México, el 60% de la electricidad se genera con gas natural. Casi el 80% del que se dispone se compra a Estados Unidos, principalmente a Texas.
Toluca, Estado de México; 22 de febrero de 2021.-
Durante la semana pasada, algunos estados del país vivieron una crisis de electricidad derivado, principalmente, de las heladas que se presentaron en Estados Unidos. Sin embargo, las dudas aún permean, ¿qué tiene que ver el clima extremadamente frío de Texas con la falta de gas y la crisis de electricidad en México?
Aunque no parece haber conexión, las heladas en Estados Unidos provocaron que millones de personas en 26 estados de México se quedaran sin luz por ciertos periodos de tiempo. ¿Por qué? La energía eléctrica que llega a las casas e industrias se puede generar de distintas formas.
Una de las opciones de generación de energía eléctrica es el gas natural, que según expertos, es una fuente mucho más barata y menos contaminante que el carbón o el combustóleo (aunque estos últimos son combustibles fósiles, y la electricidad también se puede generar con recursos renovables o de energía limpias, como la hidráulica, eólica y solar).
Ahora bien, las “plantas de ciclo combinado”, nombradas así porque en dichas plantas justo se combina el uso de una turbina de gas natural y otra de vapor, también funcionan para generar la electricidad. Convierten la energía mecánica en energía eléctrica. En México, el 60 por ciento de la electricidad se genera con gas natural en estas centrales de ciclo combinado.
De acuerdo con Sener, cerca del 40 por ciento de las principales centrales eléctricas del país, públicas y privadas, usa esta tecnología. Casi el 80 por ciento del gas que se dispone en México se compra a Estados Unidos, principalmente a Texas, que es el líder de producción de petróleo y gas en ese país. Así, las heladas, que tuvieron sus temperaturas más bajas en 30 años, afectaron la producción del gas natural de ese estado.
Las instalaciones y ductos de Texas se congelaron, millones se quedaron sin luz en ese estado y el precio del poco que había disponible se disparó hasta 5 mil por ciento, según la Comisión Federal de Electricidad. De tal manera, fue el clima lo que afectó los ductos y elevó los precios del combustible.
De ahí que México viera mermado su principal suministro de gas natural, al menos 20 centrales eléctricas ‘se desconectaran’, y también hubiera apagones en el país. Sin embargo, en nuestro país, hay gas natural que podría extraerse y que de hecho ya extrae Pemex, aunque en los últimos años la producción ha ido a la baja.
Según cifras de Petróleos Mexicanos, en 2009 se produjeron 7 mil 031 millones de pies cúbicos diarios de gas natural; para 2015 se producían 6 mil 401 millones, para 2018 la cifra bajó a 4 mil 847 millones, en 2019 fue de 4 mil 894 y el año pasado de 4 mil852. Es una reducción en la producción nacional de gas natural del 30 por ciento, si se compara 2009 con 2020; a pesar de que han sido identificadas zonas de gran potencial para extraer gas natural, como las de Burgos, Sabinas -Burro-Picachos y Tampico-Misantla.
El tema central de esta disyuntiva, es quién asume los costos de explorar e intentar extraerlo, y si es más barato producirlo en el interior del país o mejor comprarlo en el extranjero. Especialistas han explicado que Pemex obtiene más ganancias produciendo barriles de petróleo que gas natural; además, en condiciones de clima normal, Texas vende al precio más bajo del mundo. Esta puede ser la explicación de que a Pemex el negocio del gas natural no le resulte tan atractivo.
Otro tema al respecto es si el país está dispuesto a usar el fracking -una técnica que el gobierno del presidente López Obrador ha dicho que no usará-, método de extracción criticado por su impacto ambiental, aunque es usado justo en estados como Texas para obtener el gas.
Así, ante la carencia de gas natural, el Gobierno Federal, ha recurrido a otros combustibles para producir electricidad y evitar más apagones, aunque también se le ha pedido a la gente que reduzca su consumo de energía, como apoyo ante esta crisis y ante la posibilidad de que sigan las malas condiciones climáticas que han afectado a Texas.
Cabe destacar que, en su plan quinquenal 2020-2024, la Secretaría de Energía ya anticipaba el riesgo de la interrupción de las importaciones de gas, por la falta de capacidad de almacenamiento, que permita tener una reserva ante emergencias como la de ahora.
“Actualmente, entre el 70% y 80% del total del consumo nacional de gas natural es suministrado con gas importado. Ante esta situación, cualquier interrupción en el flujo de dichas importaciones pone en riesgo la seguridad energética del país, tanto en el corto, como en el largo plazo”, indicó el plan.
Con información de Animal Político.
