Ciudad de México, 08 de noviembre de 2023.-
Nach ya es una leyenda, al subir al escenario el pasado 27 de octubre en el ambiente se sentía la tensión, más de tres mil humanos atentos y gritando, los tracks hablaban de lucha, de poder, de rebeldía, de no dejarse vencer y de dar la batalla en el mundo actual.
El hombre no es solo sus palabras, es su música, bajos profundos, beats intensos y sonoridad absoluta, no estamos frente a un rapero cualquiera, ésta es la vieja escuela caminando al futuro, un tornamesista del más alto nivel, haciendo algo que parece más alquimia que solo lanzar ritmos.
Al español se le da muy bien la conexión con el público, habla con ellos, aconseja, saluda y da mensajes fuertes, estos son siempre preámbulo a canciones de poder profundo y de actitud transformadora.
El resultado es claro, la gente le respalda, la gente le sigue, quiere más de estas palabras, más de la música. Nach puede hablar y hablar y el público se mantiene atento, listo para seguir la idea y después saltar con el ritmo.
Ésta es una fiesta diferente, es de llamar la atención que no hay tantos celulares apuntando al escenario, en este caso parece que hemos decidido guardar las memorias internas, sin filtro y sin hacerlo del dominio público, para los primeros treinta minutos ya teníamos una fiesta como la habíamos pedido, rap como se ve en las pantallas.
Miles corean y piden más, llaman a su artista, como en estadio de futbol lo corean y Nach lo sabe y lo aprecia, su rostro lo dice, ha triunfado en México, conquistó después de una batalla dura que sin embargo ha dejado sabores de alegría tanto al artista como a los asistentes.
La magia está intacta, el público sale feliz, la promesa de volver y seguramente el consejo de todos para recomendar la música de Nach.
