Toluca, Estado de México, 11 de octubre de 2022
A fin de brindar una alternativa sustentable de los desechos de poliestireno expandido, la investigadora del Centro Conjunto de Investigación en Química Sustentable UAEM-UNAM (CCIQS), María Fernanda Ballesteros Rivas, junto con un grupo de alumnos, realiza el proyecto de investigación para el reciclaje de unicel.
Con el nombre de “Estudio y evaluación de compuestos de origen natural para la disolución y reciclaje de uno de los polímeros más utilizados en la actualidad: poliestireno expandido (unicel)”, este proyecto es apoyado por el Programa “Mujeres en la Ciencia” del Consejo Mexiquense de Ciencia y Tecnología (Comecyt).
La investigadora relató que este proyecto inició al buscar una forma de extracción más económica del limoneno, sustancia natural que proviene del aceite de las cáscaras de los cítricos, sobre todo en el de la naranja, el cual se ha comprobado su potencial para disolver el poliestireno expandido.
“Notamos una tendencia en los compuestos de los terpenos -que se encuentran en el limoneno-, que son los que ayudan a disolver el unicel. Entonces, empezamos a buscar sustancias naturales que tuvieran más terpenos y llegamos a las flores. Y después de las flores empezamos a notar los tiempos de rapidez de disolución”, explicó la investigadora Fernanda Ballesteros.
En los últimos avances de su investigación, publicada en la revista de Journal of Polymers and the Environment, se demostró que también existía otra molécula química capaz de disolver el unicel: el éster.
Este compuesto se encuentra en sustancias sintéticas de la industria alimentaria como el tributirato de glicerilo (aromatizante de la mantequilla) o el butirato de etilo (aromatizante del plátano), así como en el omega 3 de los desechos del pescado, donde se analizó el tamaño de la cadena del éster para una disolución más efectiva.
A diferencia de otros procesos de disolución del unicel, el método que implementa Ballesteros Rivas reduce costos de transporte, no genera desechos tóxicos, ni tiene consecuencias perniciosas para la salud.
Indicó que todos los materiales usados en el proceso se pueden reciclar, tanto los aceites naturales como el unicel recuperado, el cual se puede reutilizar en pegamento, impermeabilizante, pintura o en el uso normal del poliestireno expandido.
No obstante, la investigadora considera que para resolver el impacto del unicel en el medio ambiente no solo se requiere buscar soluciones sustentables de reciclaje sino reducir su consumo.
El unicel es uno de los polímeros mayormente empleados y que genera grandes cantidades de desechos al año, donde la contaminación es provocada por los gases de efecto invernadero durante su producción, mientras que su composición no biodegradable altera los procesos del subsuelo, contribuyendo de esta manera al cambio climático.
De acuerdo con la Asociación Nacional de Industrias del Plástico (ANIPAC) y la Asociación Nacional de la Industria Química (ANIQ), en México se desechan 125 mil toneladas anuales.
Con información de: Comunicado UAEMéx