¿SABES QUE DORMIR MENOS DE 6 HORAS DIARIAS TIENE CONSECUENCIAS?

Cuando dormimos poco vamos acumulando un cansancio progresivo que en algún momento se empieza a ver reflejado en nuestra salud.

Foto: moncloa.com
Toluca, Estado de México, 01 de marzo de 2022.-

El sueño no se recupera, las horas que no dormimos no las compensamos con un fin de semana de siestas. En el sueño no existe la lógica de la recuperación o del crédito, es decir, cuando dormimos poco vamos acumulando un cansancio progresivo que en algún momento se empieza a ver reflejado en nuestra salud o comportamiento.

No estamos hablando del insomnio, del no poder conciliar el sueño, que es otra clase de problema, sino de las horas que le robamos a las noches para quedarnos trabajando, enganchados con una serie, atrapados con un libro o reunidos con amigos, horas que podríamos dormir pero decidimos no hacerlo.

¿Cuánto es dormir poco?

Los especialistas coinciden todos en afirmar que dormir menos de seis horas por día -en el caso de un adulto promedio- es poco. Y que ese número acumulado en, al menos, un mes produce una desregulación de los ciclos del organismo que, a su vez, genera desajustes físicos y mentales. En principio, por ejemplo, “dormir menos de una hora de lo que uno debería disminuye la capacidad de estar alerta en un 33%”, asegura el doctor Alejandro Andersson, director del Instituto de Neurología de Buenos Aires.

Un cerebro cansado es un cerebro disminuido. Quienes duermen poco tienden a cometer más errores que el resto de las personas.

Descansar menos de seis horas afecta a las principales funciones cognitivas: la atención, la memoria y la consolidación del aprendizaje”, explica el doctor en psicología Pablo López de INECO.

El sueño se divide en dos ciclos que se repiten a lo largo de la noche: el REM y el NO REM. Mientras que la etapa NO REM se ocupa de la reparación física, la fase REM -la del sueño profundo- opera como una computadora que consolida las experiencias del día y las relaciona con otras memorias y que también repara las neuronas y genera nuevas conexiones entre ellas.

Cuando dormimos menos, el cerebro está haciendo un esfuerzo extra para mantener la atención y así poder funcionar con normalidad. Pero ese esfuerzo no es gratis, se paga también a través del estado de ánimo. Nos volvemos más intolerantes y menos creativos, tendemos a enojarnos con facilidad y quedamos más vulnerables a patologías como la depresión y los trastornos de ansiedad.

Quienes duermen menos de seis horas por día están más expuestos a tener problemas de salud crónicos como la obesidad, la diabetes, las enfermedades del corazón y la alta presión sanguínea, entre otros. Cuando dormimos poco nos bajan las defensas que nos vuelven más propensos a enfermarnos debido a que el sistema inmunológico se debilita y no puede hacerle frente a virus y bacterias.

Hay estudios que aseguran que dormir poco tiene consecuencias directas en el aumento del peso. En parte, esto se debe a que quienes duermen menos de seis horas tienden a comer más porque pasan más tiempo despiertos y, por otro lado, a que los desajustes del sueño afectan al metabolismo de la glucosa.

Con información de: sanatorioimm.com.ar