Toluca, Estado de México, 23 de febrero de 2022.
La apnea obstructiva del sueño es un trastorno del sueño grave en el que las personas dejan de respirar durante 10 segundos o más y esta siempre va a acompañada de ronquidos.
Los ronquidos pueden ser un signo clave de la apnea obstructiva del sueño, aunque en algún momento de nuestras vidas, todos roncamos.
Se llama apnea del sueño “obstructiva” porque, a diferencia de la apnea central del sueño, en la que al cerebro se le olvida ocasionalmente indicarle al cuerpo que respire, la apnea del sueño obstructiva se debe a un bloqueo de las vías respiratorias por tejidos blandos débiles, pesados o relajados.
Especialistas en sueño señalan que un resfriado o una alergia pueden bloquear los conductos nasales, así como unas cuantas copas demasiado cerca de la hora de dormir porque el alcohol relaja automáticamente los músculos de la lengua, el paladar y la garganta.
Rebecca Robbins, instructora de la división de medicina del sueño de la Facultad de Medicina de Harvard reveló que cuando se trata de ronquidos fuertes y estridentes, o que son interrumpidos por pausas en la respiración, ahí es cuando debemos empezar a preocuparnos.
De no tratarse médicamente la apnea obstructiva del sueño, esta puede suponer un alto riesgo de hipertensión, enfermedades cardíacas, diabetes de tipo 2 o depresión, e incluso una muerte prematura, según la Academia Estadounidense de Medicina del Sueño.
¿Cuáles son las señales y factores que provoca la apnea obstructiva del sueño?
- Los Ronquidos: Estos son un indicador clave, por lo que no es de extrañar que encabecen la lista de posibles señales de advertencia.
- Cansancio: Estar muy cansado durante el día es un indicador primordial de que se duerme mal. Combinado con los ronquidos, puede ser un síntoma revelador de la apnea del sueño.
- Observación: Muchas personas no saben que dejan de respirar durante la noche, a menos que la obstrucción sea tan grave que se despierten jadeando y ahogándose.
- Presión arterial alta: La apnea obstructiva del sueño puede provocar hipertensión. Cada vez que una persona deja de respirar durante unos segundos, el sistema nervioso simpático del cuerpo entra en acción y eleva la presión arterial. Además, el cuerpo libera unas hormonas del estrés llamadas catecolaminas, que también pueden aumentar la presión arterial con el tiempo.
- IMC: El índice de masa corporal (IMC) es una medida que suele utilizarse para indicar los niveles de peso. Se considera que tienes sobrepeso cuando el IMC está entre 25 y 29,9, y un IMC de 30 o más indica que es obeso. Las personas obesas o extremadamente obesas, con un IMC de 35 o más, suelen padecer apnea obstructiva del sueño porque el peso extra en la boca, la lengua y el cuello colapsa esos tejidos blandos, lo que dificulta la respiración sin roncar.
- Edad: El tono muscular se debilita a medida que envejecemos, incluso en el paladar blando y el cuello.
- Cuello: Tener una gran circunferencia de cuello, ya sea por sobrepeso o por genética, es también un indicador clave de una posible apnea obstructiva del sueño.
- Género: Eso también te hace correr un mayor riesgo de padecer apnea obstructiva del sueño. Algunas de las razones pueden ser que los hombres tienden a tener la lengua más gorda y a tener más grasa en la parte superior del cuerpo que las mujeres, especialmente en el cuello.
Es importante no ignorar estos factores de riesgo ni los síntomas si es que se presentan, porque al igual que una alarma de incendio, los ronquidos son una advertencia de peligro que exige tu atención.
Con información de: futuro360.com