Estados Unidos, 06 de enero de 2022.
El presidente Joe Biden culpó a Donald Trump por la insurrección en el Capitolio de Estados Unidos hace un año y señaló que el expresidente recurrió a la violencia para tratar de revertir las elecciones que perdió.
Por primera vez en nuestra historia, un presidente no solo perdió una elección, sino que trató de evitar la transferencia pacífica del poder cuando una turba violenta irrumpió en el Capitolio”, apuntó Biden en un discurso este jueves en el Statuary Hall del edificio, en conmemoración del primer aniversario de la insurrección.
El mandatario norteamericano señaló que después de que Trump “reunió a la mafia para atacar” el Capitolio, se sentó “en el comedor privado de la Oficina Oval en la Casa Blanca, viéndolo todo en la televisión y sin hacer nada durante horas mientras la policía era asaltada, vidas en riesgo”.
Este jueves, Biden también pedirá a los legisladores que aprueban una legislación sobre derecho al voto destinada a refutar los cambios buscados por personas leales a Trump en los gobiernos estatales de todo el país, con lo cual se limitaría el acceso al voto en ausencia y fortalecería los requisitos.
Al respecto la vicepresidenta Kamala Harris dijo en el Capitolio este jueves, antes de los comentarios de Biden, que la democracia estadounidense sigue en riesgo.
“El 6 de enero, todos vimos cómo sería nuestra nación si las fuerzas que buscan desmantelar nustra democracia tienen éxito. La anarquía, lo violencia, el caos”, declaró. “Lo que estaba en juego entonces, y ahora, es el derecho a que nuestro futuro se decida como lo describe la constitución”.
El 6 de enero del 2020, cerca de 10 mil personas –la mayoría simpatizantes de Trump- marcharon hacia el Capitolio y unas 800 irrumpieron dentro del edificio para impedir que se ratificara la victoria del ahora presidente estadounidense, Joe Biden, frente al candidato republicano en las elecciones de noviembre de 2020.
El expresidente dio un mitin ante sus seguidores justo antes del asalto, en el que alentó a la multitud a marchar hacia el Capitolio y “luchar” para evitar que se certificara el resultado electoral.
Un año después, la trágica jornada, que dejó cinco personas fallecidas y 140 agentes heridos, continúa marcando gran parte de la agenda política de Estados Unidos.
Con información de: Milenio / El financiero