MURIÓ EL PADRE DE LA BOMBA ATÓMICA DE PAKISTÁN

Foto: BBC Mundo

Islamabad, Pakistán, 11 de octubre de 2021.

El científico nuclear pakistaní y llamado “El padre de la bomba atómica en Pakistán”, Abdul Qadeer Khan, murió a los 85 años por complicaciones de COVID-19.

El pakistaní dio positivo a coronavirus en agosto pasado y fue dado de alta, pero las complicaciones derivadas de la infección lo llevaron varias veces más a estar hospitalizado.

Aunque fue considerado héroe nacional por haber convertido al país en la primera potencia nuclear islámica, fue acusado de difundir ilegalmente tecnología a Irán, Corea del Norte y Libia.

Qadeer Khan murió tras ser trasladado la mañana del domingo al Hospital KRL, en Islamabad, por problemas pulmonares, informaron medios locales.

El funeral se realizó el mismo domingo en la gran mezquita Faisal de Islamabad, la sexta más grande del mundo.

En mayo de 1998 se consideró héroe nacional cuando la República Islámica de Pakistán engrosó oficialmente la lista de las potencias militares atómicas, gracias a los ensayos efectuados unos días después de los de India, su eterno rival.

Khan fue puesto bajo arresto domiciliario en Islamabad en febrero de 2004, tras ser acusado de distribuir ilegalmente tecnología en la década de 1990.

En febrero de 2004 reconoció en televisión que había participado en actividades de proliferación, antes de desdecirse y finalmente obtuvo el indulto del entonces presidente, el general Pervez Musharraf.

“Yo salvé al país por primera vez cuando convertí a Pakistán en un Estado nuclear y lo volví a salvar cuando lo reconocí y asumí toda la responsabilidad”, declaró Khan a la AFP en una entrevista en 2008.

Su principal contribución al programa nuclear de Pakistán fue el diseño de centrifugadoras, que enriquecían el uranio hasta llevarlo a una tasa de concentración adecuada para la fabricación de armas.

Esta tecnología, creada en un inicio en Holanda, fue la que le valió las acusaciones de habérsela robado cuando trabajaba en el país para el consorcio Urenco.

Durante décadas, el ingeniero paquistaní lideró un mercado negro de componentes y diseños de tecnología nuclear, que iba desde cómo enriquecer el uranio hasta la construcción de misiles y vendió sus servicios técnicos e intelectuales a Pakistán, Corea del Norte, Libia e Irán, siendo una figura clave en el desarrollo de sus programas de proliferación de armas nucleares de estos países

*Con información de: Milenio y BBC Mundo