Toluca, Estado de México, 03 de agosto de 2021.-
Hoy día, disfrutar del sexo sin riesgo de un embarazo parece ser algo normal, ya que, existen numerosos métodos anticonceptivos a disposición de las parejas, sin embargo, en la antigüedad no existían los métodos que tenemos a nuestro alcance en la actualidad, entonces, ¿cómo se cuidaban las mujeres o las parejas en el pasado?
Ante este cuestionamiento y en el marco del Día Internacional de la Planificación Familiar, hoy compartimos algunos de los métodos más llamativos (y algunos incluso peligrosos), que practicaban en la antigüedad, para evitar un embarazo.

Heces de cocodrilo

Para evitar el embarazo, las mujeres en el antiguo Egipto recurrían a un método tan curioso como oloroso. Se insertaban dentro de la vagina o en la vulva una sustancia pastosa hecha con excremento de cocodrilo y leche ácida.
Lo que se buscaba con este ungüento era crear una barrera ácida que impidiese el paso del esperma.
Otro método empleado por aquellas reacias a introducirse heces en la vagina era una mezcla de miel y bicarbonato de soda.
Pesario de bloque

El pesario de bloque se utilizaba como método anticonceptivo hacia finales del siglo XVIII y principios del siglo XIX en Europa.
Este incómodo dispositivo se colocaba en el cuello del útero de la mujer por hasta cuatro meses. Se creía que evitaba que los embriones fertilizados recién formados se implantaran en el útero y comenzaran a desarrollarse.
Algunos estaban hechos de goma, metal o hueso; además de ser dolorosos, provocaban infecciones y, con frecuencia, eran expulsados por el cuerpo de las mujeres.
Saltar hacia atrás
El ginecólogo griego Soranus recomendaba a las mujeres en el siglo II, saltar hacia atrás siete veces y a estornudar inmediatamente después de mantener relaciones sexuales para evitar el embarazo.
Si bien Soranus no explica en detalle cómo debe hacer la mujer para provocarse un estornudo, el argumento detrás de esta idea es que la fuerza del estornudo provoca la expulsión del semen del cuerpo de la mujer. Demás está decir que se trata de un método completamente inútil.
Condones de oveja y pescado
Durante la Revolución inglesa (entre 1642 y 1688), los soldados del rey Carlos I fueron provistos de condones hechos con intestinos de pescado y oveja para protegerlos de enfermedades de transmisión sexual.
Pero no solo los soldados los usaban, hacia finales del siglo XVIII, en Londres, por ejemplo, había dos tiendas dedicadas exclusivamente a la venta de condones.
Estos adminículos de intestino de oveja debían ser remojados en agua por un par de horas antes de usarse, para que hacerlos más flexibles y fáciles de colocar.
Se los ataba en la base del pene con un cordón para mantenerlos en el lugar y, después de usarlos, se los lavaba cuidadosamente, se los dejaba secar, y se los guardaba para la próxima ocasión.
En el siglo XVIII, el mujeriego y seductor Casanova optó por los condones de lino. Siempre los inflaba primero para verificar que no hubiese filtraciones.
Beber mercurio

En el siglo VII en China, se les recomendaba a las mujeres beber una tintura de metal tóxico para evitar el embarazo. Una de las recetas médicas indicaba freír mercurio con aceite. Esta poción debía ingerirse con el estómago vacío.
Es posible que haya servido para evitar el embarazo, pero esta mezcla venenosa provocaba esterilidad y, en muchos casos, una muerte agónica.
Testículos de comadreja
En Europa, durante la Edad Media los testículos de la comadreja eran apreciados como anticonceptivos.
La Trotula, una guía médica femenina escrita en el siglo XII, recomienda cortar los testículos de estos animales vivos, envolverlos en piel de ganso, y usarlos como amuletos para evitar el embarazo.
Silfio
En la antigua Roma y Grecia y en el antiguo Oriente Próximo, las mujeres usaban un anticonceptivo oral llamado silfio, que era una especie de hinojo gigante. También remojaban algodón o hebras en el zumo de la planta y lo insertaban en sus vaginas para evitar el embarazo.
Las semillas de silfio se hicieron tan valiosas que se usaron como una forma de moneda e incluso llegó a ser más valiosa que la plata, por peso. La planta se extinguió en la Antigüedad tardía.
Flor de zanahoria silvestre

La flor de zanahoria silvestre fue utilizada como una forma eficaz de anticoncepción durante miles de años y aunque se considera una de las formas más antiguas de regulación de la natalidad, las personas lo siguen usando hoy en día como anticonceptivo.
La zanahoria silvestre, a la que también se conoce en otros lugares como encaje de la reina Anne, fue descrita por Hipócrates hace más de 2000 años como un anticonceptivo oral y abortivo.
Se dice que las semillas de flores de zanahoria silvestre pueden ser uno de los agentes más potentes que existen contra la fertilidad. Es más eficaz cuando se usa como un anticonceptivo poscoital, es decir, cuando se toma inmediatamente después del coito. Las semillas alteran la síntesis de progesterona, evitan la implantación o causan la expulsión del óvulo poco después de la implantación.
Aceite de oliva

Este es un método anticonceptivo en el pasado propuesto por Aristóteles. Las mujeres en la antigua Grecia usaban aceite de oliva mezclado con aceite de cedro para disminuir la movilidad de los espermatozoides. Esto les daba tiempo para enjuagarse o hacerse un lavado vaginal después de tener relaciones sexuales y reducir la posibilidad de un embarazo.
Limón
Se cree que el ácido cítrico del limón posee cualidades espermicidas, lo que hace que esta fruta ácida sea un anticonceptivo antiguo y eficaz. Las mujeres remojaban esponjas o algodón en zumo de limón y lo introducían en sus vaginas. Esto actuaba como barrera para el cuello uterino y como espermicida.
Se rumorea que Casanova, el famoso mujeriego veneciano del siglo XVIII, confeccionaba un capuchón cervical con medio limón para usar con las mujeres con las que se acostaba.
Lavados vaginales
Los lavados vaginales fueron popularmente utilizados en la antigua Roma para evitar el embarazo. Las mujeres lavaban sus vaginas con todo tipo de sustancias como agua de mar, zumo de limón y vinagre.
Hasta hace muy poco, a principios del siglo XX, antes de la legalización de la regulación de la natalidad en Estados Unidos, las mujeres usaban agentes de limpieza tóxicos como desinfectantes para hacerse lavados vaginales. Hubo varios casos de intoxicación por estos desinfectantes e incluso algunas muertes debido a su uso como lavado vaginal.
Cabe señalar que, las primeras pastillas de anticonceptivos orales se desarrollaron en la década de 1950 y estuvieron disponibles al público en los Estados Unidos en el año 1960.
Gracias a la medicina moderna, los métodos anticonceptivos están regulados y probados para establecer su eficacia y seguridad. Hemos recorrido un largo camino desde el estiércol de cocodrilo y ahora las mujeres y los hombres pueden elegir entre una variedad de métodos anticonceptivos como, por ejemplo:
- Anticonceptivos orales combinados
- Anticonceptivos orales con solo progestina
- Parches anticonceptivos
- Inyecciones
- Implantes
- Anillos vaginales
- Preservativos
- Espermicidas
- Diafragmas
- Capuchones cervicales
- Dispositivo intrauterino (IUD, por sus siglas en inglés)
- Esponjas
- Esterilización (vasectomía, ligadura de trompas)

Con información de: bbc.com | flo.health