Toluca, Estado de México; 07 de abril de 2021.-
Un estudio recientemente publicado en la revista Psychological Science, señala que la pandemia y el confinamiento por la enfermedad COVID-19 (provocada por el coronavirus SARS-CoV-2) sí ha influido en las relaciones en pareja, al parecer de formas diferentes.
Mientras que las relaciones funcionales han mejorado, las parejas que ya se hallaban en crisis o que no eran tan estables han continuado cuesta abajo. Sin embargo, en promedio, el nivel de satisfacción con la relación ha continuado igual.
La Universidad de Texas en Austin, reclutó a mil 200 personas mediante una plataforma en línea, en un periodo en el que los contactos sociales en Estados Unidos estaban limitados; de los encuestados, casi dos tercios estaban casados y, en promedio, llevaban unos 13 años de relación. Alrededor del 90 por ciento vivían juntos y más del 40 por ciento tenían hijos menores de edad.
Dentro de los problemas que enfrentaron, tres cuartas partes se sintieron aislados, un 41 por ciento ganó menos dinero y un 12 por ciento perdió su trabajo. Sin embargo, esto no se reflejó en la satisfacción con la relación de pareja.

Según la autora del estudio, la psicóloga, Hannah Williamson, sorprendentemente entre quienes se mostraron razonablemente satisfechos con su relación, con un promedio de 15,5 puntos (en una escala de 0 a 25), descubrieron que en esta media que no cambió de forma notable durante los dos primeros meses de la pandemia.
Por otra parte, las cosas cambiaban cuando se tenían en cuenta los conflictos de pareja. Si había pocas peleas y malestar en la relación, la satisfacción aumentaba aún más: de 17 a 18 puntos. Si los conflictos ya existían, la satisfacción, que era menor desde el principio, se reducía todavía más, hasta llegar por debajo de 13,5 puntos, valor que se relaciona con los problemas en una pareja, señala Williamson.
En resumen, la satisfacción aumentó y las atribuciones desadaptativas disminuyeron en las parejas con un funcionamiento más positivo, mientras que en las que presentaban un funcionamiento más bajo sucedía a la inversa. Efecto que se equilibró después de unas semanas: “Las primeras semanas de la pandemia, en promedio, la satisfacción de las relaciones no se redujo”, señala Williamson.
Los participantes incluso perdonaron más a su pareja y tomaron de forma menos personal un comportamiento negativo. Al parecer, aquellas con más problemas culpaban a la pandemia y a sus consecuencias de cualquier dificultad.
Con información de: investigacionyciencia.es Investigacionyciencia.es