Washington, Estados Unidos, 18 de febrero de 2021.- La reforma migratoria propuesta por el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, y el Partido Demócrata en el Congreso de ese país concedería la ciudadanía estadounidense a aproximadamente 11 millones de personas sin documentos, en un periodo de ocho años.
La legislación refleja las amplias prioridades para los cambios de inmigración que Biden estableció en su primer día en el cargo, incluido un aumento en las visas, más dinero para procesar las solicitudes de asilo y nueva tecnología en la frontera sur.
Lo anterior sería un cambio radical en contraste con las políticas del ex presidente Donald Trump. Sin embargo, es probable que algunas partes de la reforma enfrenten la oposición de varios republicanos. Biden ha reconocido que podría aceptar un enfoque más fragmentado si se pudieran aprobar elementos principales separados.
Tenemos un imperativo económico y moral de aprobar una reforma migratoria grande, audaz e inclusiva”, dijo el senador demócrata de Nueva Jersey, Bob Menéndez, uno de los principales patrocinadores del proyecto de ley.
Señaló, que los demócratas han fracasado en el pasado porque han cedido demasiado rápido a las voces marginales que se han negado a aceptar la humanidad y las contribuciones de los inmigrantes a nuestro país, y descartar todo, sin importar cuán significativo sea en términos de seguridad nacional, como amnistía.
Dicha legislación de reforma migratoria ofrecería una de las vías más rápidas hacia la ciudadanía de cualquier medida propuesta en los últimos años, pero lo haría sin ofrecer seguridad fronteriza mejorada, ante ello, enfrenta dificultades en un Congreso estrechamente dividido.
Menéndez dijo que se mantiene en contacto con colegas republicanos en un esfuerzo por “armar las piezas de un rompecabezas” en un proyecto de ley que recibiría suficientes votos para ser aprobado.
Reconoció que es probable que el producto final cambie significativamente, pero también sugirió que elementos de la propuesta podrían incluirse mediante una maniobra parlamentaria, en un proyecto de ley de presupuesto, que solo requeriría 51 votos.
Este proyecto de ley proporcionaría inmediatamente tarjetas verdes a los trabajadores agrícolas, inmigrantes con estatus de protección temporal y jóvenes que llegaron ilegalmente a Estados Unidos cuando eran niños.
En tanto, a partir del 1 de enero de 2021, el plan establece un camino de cinco años hacia el estatus legal temporal, para otras personas del país, después de pasar verificaciones de antecedentes, pagar impuestos y cumplir con otros requisitos básicos, entonces, después de tres años, pueden obtener la ciudadanía.
El plan también aumentaría los límites actuales por país para la obtención de visas de migrantes familiares y laborales. Eliminaría la sanción que prohíbe a aquellos inmigrantes que viven en Estados Unidos sin autorización, y que luego abandonan el país regresar por tres a diez años.
También proporcionaría recursos para más jueces, personal de apoyo y tecnología para abordar el retraso en el procesamiento de los solicitantes de asilo.
El proyecto de ley ampliaría los grupos de trabajo antidrogas transnacionales en América Central y mejoraría la tecnología en la frontera. Y establecería el procesamiento de refugiados en Centroamérica, para tratar de prevenir algunas de las caravanas de migrantes que han agobiado la seguridad fronteriza en los últimos años.
El plan proyecta gastos por 4 mil millones de dólares, repartidos en cuatro años, para de impulsar el desarrollo económico y abordar la corrupción en los países de América Latina, para disminuir la presión por la migración a los EU.
Con información de: Milenio