Georgia, Estados Unidos; 15 de enero de 2021.-
En pleno inicio de la vacunación masiva, expertos señalan que el coronavirus SARS-CoV-2) que provoca la enfermedad conocida como COVID-19) no desaparecerá nunca; en cambio, cuando la mayoría de la población esté vacunada, el patógeno comenzará a atenuarse, y producirá una infección asintomática para los adultos y solo un leve catarro en niños.
Así lo ha señalado un estudio recientemente publicado en Science, basándose en un modelo matemático que reproduce la propagación del virus y en el que se estima que este dejará de ocasionar tantos fallecimientos.
De acuerdo con los datos, el plazo exacto para que esto ocurra primero dependerá de lo rápido que se propague el virus y de la velocidad de vacunación; “Nuestro modelo sugiere que esta transformación tardará entre uno y 10 años”, explicó Jennie Lavine, de la Universidad Emory y autora principal del estudio.
La investigadora detalla que también influirá la duración que se alcance para la inmunidad a esta enfermedad, tanto después de haberse infectado como por haber recibido la vacuna; “Lo ideal es que la capacidad de bloquear la enfermedad sea duradera, pero que la capacidad de transmisión sea más corta”, detalló Lavine.
Finalmente, el último factor se relaciona al número de vacunas necesarias para generar una inmunidad fuerte en la población. Con esto, se obtendrá una transición de un virus pandémico a otro endémico, es decir, que siempre estará presente y podrá causar brotes puntuales sin mucha virulencia.
En este sentido, los científicos asumen que el SARS-CoV-2 es más parecido a los cuatro coronavirus del catarro ya conocidos, de ser así el virus nacido en Wuhan no podrá seguir causando enfermedad grave, pues las vacunas lo impedirán, quedando vulnerables los niños que vayan naciendo, pero en ellos solo se producirían síntomas leves parecidos a un resfriado.
*Con información de: Elpais.com