PANADEROS DEFIENDEN TRADICIONES EN LA PREPARACIÓN DE LA ROSCA DE REYES

La panadería La Providencia, elabora un promedio de 400 roscas diariamente y ha trabajado en la preparación de estos productos, de manera tradicional.

Foto: Joaquín Tinoco

Toluca, Estado de México, 03 de enero de 2020.- Pese a que en los últimos años se han comercializado diferentes versiones de la tradicional Rosca de Reyes, con nuevos diseños y sabores más complejos, los panaderos del Valle de México, defienden la producción de estos productos de manera tradicional, tal y como sus abuelos les enseñaron.

Desde los días 26 de diciembre hasta el 12 de enero de cada año, en el pueblo de San Mateo Ixtacalco, en el municipio de Cuautitlán Izcalli, la panadería La Providencia, elabora un promedio de 400 roscas diariamente y ha trabajado en la preparación de estos productos, de manera tradicional, con el mismo secreto familiar desde 1972.

Roberto Becerril Álvarez, dirige esta panadería que perteneció a su padre y a su abuelo, en la que todavía se siguen elaborando pan blanco con hornos de piedra. Para él, la rosca de reyes es un trabajo que ha unido a su familia y defiende el sabor clásico de mantequilla, con dulce de acritrón e higos, por el impacto que tiene esta tradición entre sus clientes que así lo prefieren.

La gente sigue buscando lo tradicional, la gente ya sabe que aquí viene a lo seguro, nuestros clientes afortunadamente nos han sido fieles estos 49 años y si hay bastantes roscas ya rellenas de chocolate y de todo y nosotros no hemos pegado a eso, pero los clientes nos siguen siendo muy fieles y saben que aquí van a encontrar una buena calidad”, menciona Roberto Becerril Álvarez.

Roberto estimó que el año pasado vendió más de dos mil roscas, aunque reconoció que a raíz de la pandemia de COVID-19, se ha reducido la venta, especialmente las de mayor tamaño que elaboraba para los empresarios que organizaban fiestas para sus empleados.

Defendió la producción tradicional, ya que, de esa forma, cerca de 25 personas consiguen trabajo en su negocio y la mayoría de ellos también son panaderos de herencia familiar. Señaló que sus roscas se venden entre 300 a 500 pesos dependiendo del tamaño, pero explicó que el preció indica la calidad de productos locales que utiliza en su elaboración, como leche entera de rancho o mantequilla de productores de la zona, la cual le da un sabor característico al pan y genera una cadena de apoyo con sus vecinos.

Con información y fotos de: Joaquín Tinoco