
Toluca, Estado de México; 1 de octubre de 2020.- Con el frío, en compañía, para curar una desvelada o un corazón roto, el tomar una taza de café es tan importante que ocupa, a nivel mundial, el segundo puesto en las bebidas más consumidas por los seres humanos, tan solo después del agua.
Por ello, se creó el Día Internacional del Café, celebrado cada 1 de octubre, con la intención de reunir en una sola festividad a todos los productores de café del mundo. Durante su primera celebración, impulsada por la Organización Internacional del Café (OIC) en 2015, se realizaron 70 grandes eventos en 35 naciones del mundo. Actualmente se calcula que cada día se disfrutan tres mil millones de tazas.

Este año, su temática gira entorno a los graves problemas que están enfrentando los productores a nivel internacional, para quienes la remuneración de su trabajo es tan poca, que pese a que en los últimos dos años el rendimiento de los cultivos de café se ha incrementado, no han dejado de ganar cerca de 1 centavo de dólar por cada taza que producen, ingreso que no les permite invertir nuevamente en mano de obra, fertilizante, tierra, equipos, etc.
El excedente de producción ha ocasionado que disminuya el precio del producto en el mundo -aunque la taza de café que consumes en la mañana no ha bajado su costo- afectando directamente a los caficultores; por ello, la misma página web de la Organización Internacional del Café (OIC) lanzó una petición al público en la plataforma de Change.org (http://chng.it/Zh5FbXMSXy), en la que pretenden recabar firmas y exigir que los productores del mundo reciban ingresos dignos:

“Debido a un enorme descenso en los precios del café –que están al nivel más bajo en 15 años– millones de caficultores ya no ganan lo suficiente para vivir o para sostener a sus familias. Investigaciones independientes indican que los agricultores reciben el equivalente de nada más que un centavo por una taza de café que cuesta US$3.
Imagínate yendo a trabajar todos los días y no ganando lo suficiente para comer y cubrir las necesidades básicas; tales como alimentos, cuidados médicos y educación. Si las cosas no cambian, más agricultores se verán forzados a abandonar los cafetales y a emigrar a zonas urbanas o al extranjero para sobrevivir”, señala la misiva.
*Con información de: Diainternacionalde.com |Milenio.com | Change.or
