MAESTRA ACUDIRÁ CASA POR CASA A DAR CLASE, ANTE FALTA DE TELEVISIÓN Y COMPUTADORA

Foto: Twitter/@pulso_mx

Para la docente, es una tristeza y una frustración, que ocho de los alumnos que tuvo el año pasado, desertaran y no puedan continuar este ciclo escolar.

Morelia, Michoacán, 24 de agosto de 2020.- Una docente michoacana inicia este ciclo escolar a distancia, entre pobreza, desempleo, falta de herramientas tecnológicas, ni televisión. Sin embargo, asegura que nada ni nadie la detendrá.

No sólo es la violencia y la extrema pobreza, ahora, será el coronavirus un problema más al que se enfrentarán la profesora Juana Acosta Cortés y sus alumnos de preescolar.

Para la docente, es una tristeza y una frustración, que ocho de los alumnos que tuvo el año pasado, desertaran y no puedan continuar este ciclo escolar. Asimismo, recriminó que, en el jardín de niños de la comunidad de Rancho Nuevo, municipio de Múgica, donde está asignada desde hace 7 años, no tengan ni un salón de clases. Lamentó, que sus alumnos no tengan los elementos y herramientas indispensables para enfrentar este nuevo inicio de ciclo escolar a distancia.

La docente más reconocida y querida de la región, Juanita Acosta, reveló que de los 11 alumnos que atenderá este ciclo escolar, ocho no tienen ni televisión en las chozas.

Todos viven en casitas de cartón y son muy muy pobres, así que no sé cómo le voy a hacer, pero no voy a dejar a mis hijos (alumnos), abandonados”, expresó.

La profesora de 51 años de edad y 16 de docencia, “La Chula”, como le llaman de cariño, advierte que irá a cada casa de sus alumnos, para darles la clase.

Voy a llegar a los niños y trabajar con ellos. Voy a buscar alternativas y de allí me voy a enfocar hacia ellos, para que no se queden sin educación y tengan un aprendizaje mejor, a pesar de esta pandemia que se vive en todo el mundo”, resalta.

Para ello, aclara que tomará todas las medidas sanitarias que eviten un contagio entre sus niños, todos, de entre 4 y 6 años de edad. De igual forma, asegura que, nada la detendrá para cumplir con su responsabilidad de enseñar y ayudar a la formación de sus pequeños grandes alumnos.

Los salones de clases estarán vacíos, pero mi corazón estará lleno de sonrisas”, remata enfática.

Con información de: El Universal