Monjas del Protomonasterio de Santa Clara confeccionan cubrebocas transparentes, que ayudan a personas con discapacidad auditiva a comunicarse mejor.
Ciudad de México, 16 de junio de 2020.- Al salir de nuestra casa y bajo la nueva modalidad de traer medio cubierto el rostro, por el uso del cubrebocas, puede ser un problema para las personas con alguna discapacidad auditiva puedan comunicarse plenamente. Un grupo de 15 monjas del Protomonasterio de Santa Clara, en la alcaldía Gustavo A. Madero, confeccionaron cubrebocas transparentes.
Estos cubrebocas están hechos de tela, la diferencia es que los tradicionales estos tienen una mica transparente que les permite ver la boca de quien los usa, esa simple característica hace posible que las personas con discapacidad auditiva puedan leer los labios y comunicarse de mejor manera con las demás personas.
¿Cómo surgió la idea de hacer cubrebocas transparentes?
Hace un par de semanas, la semióloga Alejandra Otegui dijo estar platicando con una amiga, quien durante la charla le comentó que había tenido dificultades para estar al pendiente de la emergencia sanitaria por Covid-19.
Tengo una amiga que tiene discapacidad auditiva y me dice ‘es que no nos enteramos de las cosas’. Fue entonces que surge la necesidad de crear estos cubrebocas transparentes. Con la mica, incluimos a las personas que tengan que leer labios; además permite que profesores y familiares puedan comunicarse con ellos sin la necesidad de quitarse el cubrebocas”, dice Alejandra, la encargada del proyecto
De acuerdo con cifras del Instituto Nacional de Geografía y Estadística (INEGI), señalan que en México hay más de 690 mil personas que viven con alguna deficiencia sensorial auditiva.
Lo que nos hizo pensar cómo modificar este equipo de protección personal llegamos a la conclusión de que una mica transparente era la mejor opción, dijo Alejandra, integrante del Observatorio de Seguridad Ciudadana, quien se puso en contacto con las monjas del Protomonasterio de Santa Clara. El acuerdo fue que las madres fabricaran los tapabocas a cambio de una remuneración económica, ya que también ellas se han visto afectadas durante la pandemia.
Al detallar las características de los cubrebocas transparentes, Alejandra explica que la mica está hecha de PVC de cinco puntos, lo que evita porosidades, y va cosida a la tela. Esto permite que los tapabocas se puedan lavar y a la vez son reutilizables.
Si la pandemia dura seis meses más y los cuidan bien tendrán cubrebocas para ese tiempo. Si los lavan con agua y jabón no habrá problema”, explica Alejandra, quien no recomienda el uso de alcohol a la mica, ya que ésta puede opacarse.
Hasta ahora, el plan es elaborar mil cubrebocas transparentes, de los cuales 700 se entregarán a la Fundación Amaoír. El resto se dará a personas que lo necesiten.
“Además de las personas que tienen discapacidad auditiva, hay muchas personas que me han pedido de estos tapabocas, porque sienten que hay más cercanía. Por ejemplo, gente que está en áreas de entrada a edificios, secretarias o personal de recursos humanos me dicen: ‘genero mucha más cercanía con la persona cuando ven que estoy hablando e interactuando con ellos’”.
Para finalizar, Alejandra apuntó que hasta el momento se han donado más de 50 mil cubrebocas tradicionales, elaborador por las monjas del Protomonasterio de Santa Clara, de la alcaldía Gustavo A. Madero en la Ciudad de México.
Con información de: Chilango