TRABAJO INFANTIL, LA OTRA “PANDEMIA” EN AMÉRICA LATINA

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Los niños trabajadores se desempeñan como sirvientes, agricultores, comerciantes, mineros, recolectores de basura o pescadores.

Toluca, Estado de México; 12 de junio de 2020.-

Este 12 de junio es el Día Mundial contra el Trabajo Infantil, con este motivo, la UNICEF ha dado a conocer las cifras de este mal que aqueja en gran medida a los países de América Latina, región que hoy está siendo azotada por el Covid-19 con más de millón y medio de personas contagiadas y lugar que algunos expertos han catalogado ya como el nuevo epicentro de la pandemia.

Las pérdidas humanas más los estragos económicos que genere la pandemia en la región son la gran amenaza para la lucha en contra del trabajo infantil.

De acuerdo con la UNICEF, se estima que hay 17.4 millones de niños y niñas trabajadores, cifra que equivale al 16 por ciento del total de menores que viven en América Latina.

Los pequeños suelen ser víctimas del maltrato, abuso sexual o de deplorables condicionales laborales, por lo que algunos no sobreviven a la mayoría de edad. Los trabajos que desempeñan son principalmente como sirvientes, agricultores, comerciantes, mineros, recolectores de basura o pescadores.

La Unicef y la organización Save The Children alertan que al menos 16 millones más de niños latinoamericanos podrían vivir en la pobreza cuando termine el 2020 como consecuencia de la actual crisis sanitaria.

Es probable que aumente el número de niños que empezará a trabajar debido a la pandemia, así como el de aquellos que se verán enfrentados a desarrollar trabajos peligrosos y adolescentes que iniciarán su vida laboral sin condiciones de trabajo decente”, advirtió la directora de Save The Children Colombia, María Paula Martínez.

En Brasil, por ejemplo, el segundo país en el mundo más afectado por el virus, con más de 39 mil muertos y casi de 780 mil contagiados, el Foro Nacional de Prevención y Erradicación del Trabajo Infantil consideró que “el riesgo de crecimiento de la explotación frente a los impactos de la pandemia es grande” porque mucha mano de obra formal puede ser sustituida por niños.

Por otro lado, el campo concentra el 52 por ciento del trabajo infantil en la región. Es una labor considerada peligrosa para los infantes y adolescentes por las largas jornadas de trabajo que requiere y por la exposición a situaciones climáticas intensas y productos químicos. El trabajo en el campo por lo regular aleja a los niños de la escuela por lo que caen en un círculo de pobreza lamentable. El 34.5 por ciento de los niños mexicanos que trabaja lo hace en el campo.

Entretanto, las actividades como cosechar, acarrear agua y tratar a los animales son consideradas un problema para organismos internacionales como la OIT, dado que se da en el ámbito familiar y se considera una responsabilidad ante los padres. Al menos 200 mil pequeños en Argentina realizan estas labores.

A ello se suman las actividades que en pleno 2020 siguen empleando a niños como una de sus principales fuentes de mano de obra, tales como los grupos armados o guerrillas clandestinas que aún se mantienen en diferentes países de la región, organizaciones criminales, terroristas y tratantes de personas.

De acuerdo con organizaciones internacionales, este es un problema social que deben enfrentar de manera coordinada, estratégica y decidida tanto gobiernos como sociedad e instituciones de educación en los países. Situación que se complicará frente a los retos de las condiciones económicas existentes y de cara a los estragos de la pandemia actual.

Con información de EFE.