La pandemia ha devastado la actividad turística; economías del mundo buscan alternativas.
Bangkok, Tailandia; 11 de mayo de 2020.-
Frente al impacto que ha tenido la pandemia del Covid-19 en el turismo, algunos países ya alistan estrategias para sacar a flote esta actividad. Burbujas de viaje, reapertura regional de fronteras y pasaportes de inmunidad podrían ser las respuestas que levantarán, poco a poco, la economía de los países que dependen en gran medida del turismo.
De acuerdo con la Organización Mundial del Turismo, el turismo internacional podría disminuir hasta 80% este año frente a 2019; el organismo pronostica una caída de hasta un 30% en la llegada de turistas internacionales en el mundo, situación que pone en riesgo al menos 100 millones de empleos.
Aunque los expertos advierten que, incluso con nuevas iniciativas, los viajes podrían tardar años en alcanzar los niveles anteriores a la pandemia del Covid-19 y que es posible que nunca volvamos a viajar de la misma manera, algunas economías del mundo ya plantean nuevas estrategias.
Estas propuestas tienen como centro la seguridad sanitaria tanto de turistas como de ciudadanos y se plantean como formas escalonadas de regreso a la actividad turística. Por ejemplo, Nueva Zelandia y Australia se han comprometido a crear una “burbuja de viaje” que permita las visitas entre los dos países, una vez que sea seguro hacerlo. Esta idea de las burbujas de viaje regionales podría ser replicada entre algunas naciones, principalmente en aquellas que comparten más actividades e intercambios, como Vietnam y Tailandia que ya lo analizan. Expertos y analistas esperan ver acuerdos similares en Europa y América del Norte.
En Europa, Estonia, Letonia y Lituania han anunciado planes para abrir sus fronteras internas a los ciudadanos de los tres países a partir del 15 de mayo.
China, por su parte, ha comenzado a permitir viajes nacionales, aunque sus fronteras aún están cerradas para la mayoría de los extranjeros. Mientras que Tailandia está considerando centros turísticos especiales que funcionen como zonas de cuarentena, pero el atractivo de eso dependerá de qué reglas de cuarentena se mantengan; asimismo, se prevé que este país sea uno de los primeros en abrir viajes a China.
De acuerdo con los expertos, es probable que pase mucho tiempo antes de que las personas viajen más allá de sus burbujas regionales. Eso significa que los viajes entre Estados Unidos y Asia, por ejemplo, aún están lejos. Incluso, los países que normalmente atraen a un gran número de estudiantes extranjeros pueden analizar y replantear sus reglas para dejarlos entrar.
Otra estrategia serán los pasaportes de inmunidad, que vendrían a incrementar las medidas de seguridad que implementaron los aeropuertos luego de los ataques terroristas del 11 de septiembre de 2001, pero con un enfoque en la salud.
Los pasaportes de inmunidad significarían para los portadores que son inmunes al coronavirus, lo cual traerá a su vez nuevos retos que deben ser respondidos por la comunidad científica, como la probabilidad de que las personas que se han recuperado de covid-19 no pueden reinfectarse.
Los pasaportes de inmunidad también podrían usarse para indicar si una persona ha sido vacunada contra el coronavirus, pero podrían pasar 18 meses o más antes de que haya una vacuna en el mercado, y aún más antes de que haya vacunas masivas en todo el mundo.
Con tanto desconocimiento sobre el futuro del turismo, hay una batalla en la industria sobre si esto podría terminar cambiando esta actividad para siempre, incluso mejorarla. Algunos expertos ven una oportunidad para un reinicio en el sector, un momento para considerar abordar problemas de larga data, como los efectos del sobreturismo en las culturas locales y el medio ambiente; un turismo que no solo beneficie al viajero, sino también a las economías y las comunidades locales.
Con información de CNN.