CON EL BOXEO “LA ROCA” ZAMORA ROMPIÓ LAS BARRERAS QUE IMPEDÍAN SUS SUEÑOS

Zinacantepec, Estado de México; 30 de marzo de 2020.-

Desde que inició su carrera dentro del boxeo, Ibeth “La Roca” Zamora Silva ha enfrentado diversos obstáculos en su vida cotidiana, tanto por ser mujer como por su origen indígena, sin embargo, gracias a su empeño e ímpetu que ha logrado superar cualquier barrera y sentirse orgullosa de sus raíces para convertirse en multicampeona mundial.

“El bullying me impedía ver mis capacidades y hasta dónde podía llegar Ibeth entonces, a través del boxeo, logré tener la confianza de poder desarrollarme, el deporte fue un factor muy importante para rescatar mi autoestima”, puntualizó la deportista del Estado de México. Cuando la deportista mexiquense decidió dedicarse a este deporte, desarrolló un plan de trabajo, que incluía debutar de manera profesional a los 18 años; “el boxeo femenil no estaba incluido en la Olimpiada Nacional, solamente había en un Torneo, que era los Guantes de Oro, como exhibición en la Universidad, ahí participé cuando estaba en la preparatoria también hay anécdotas, porque la gente sólo iba a ver a una mujer boxear”.

La púgil toluqueña siempre estuvo interesada en el deporte, pero fue hasta que tuvo 15 años, mientras cursaba la secundaría, que decidió practicar el boxeo de manera más seria, esto a pesar de que en un principio sus padres no estuvieron de acuerdo; “Cuando les comenté a mis padres que quería boxear mi mamá dijo: ‘no voy a permitir que mi hija esté en ese deporte’”, porque en ese entonces no había mujeres en un gimnasio, no era bien visto; “Mi papá decía ‘cómo voy a dejar que le peguen a mi hija’, a pesar de que le gustaba el boxeo. Pero ellos vieron el ímpetu que le ponía a cada entrenamiento, después de la secundaría me iba a correr sola, iba al gimnasio y de pronto la gente iba a verme, comenzaron las burlas de los vecinos; mi pueblo es una comunidad rural, entonces era más complicado ver a una mujer practicando este deporte de los puños. Me di cuenta de que tenía que ser muy fuerte ante esos ataques machistas”, detalló la originaria de San Cristóbal Huichochitlán.

Las barreras no terminaron ahí, porque la boxeadora, siempre orgullosa de su cultura, cuando ganó el Campeonato Nacional, decidió mencionar que pertenecía a la comunidad de San Cristóbal Huichochitlán y que era otomí, lo cual trajo nuevos retos para su carrera; “Si no era muy aceptado el boxeo femenil, se puso una barrera más grande por el hecho de ser indígena, en ello tuve muchos comentarios que me decían ‘no vendes ni como indígena, ni tu vestido’, porque me gusta portar el vestido que hacen en las artesanías, eso me motivo para esforzarme más, para que mi boxeo pudiera convencer a los promotores, para que me pudieran respetar”, expresó “La Roca”.

Convertirse en campeona mundial le abrió muchas puertas, donde uno de sus principales orgullos es que el boxeo femenil cobra fuerza y que en los gimnasios se ven a niñas y jóvenes que ya son respetadas y apoyadas por sus familiares y entrenadores; “Cuando vas a un país, representas a tu municipio, a tu estado, a tu país. Cuando lo vives, escuchar el himno nacional en otro país es una sensación increíble, cuando yo estaba más pequeña me imaginada representar al país”, puntualizó.