OBRA MONUMENTAL DE LUIS NISHIZAWA EN TOLUCA REÚNE SUS RAÍCES JAPONESAS Y MEXICANAS

Invita Secretaría de Cultura a conocer esta obra monumental del artista nacido en Cuautitlán

Toluca, Estado de México; 24 de febrero de 2020.-

El Centro Cultural Mexiquense, además de ser el complejo cultural más grande del Valle de Toluca, luce en su explanada la Fuente Zen, creada por el maestro Nishizawa en 1987, y que reúne sus raíces japonesas con las mexicanas.

Entre el camino que se abre entre los tres museos, la Cineteca, la Biblioteca Pública, el Conservatorio de Música y el Archivo Histórico de la entidad, se puede disfrutar de las 17 hectáreas de paisaje natural dentro del complejo y admirar la arquitectura y los contrastes de la historia que guarda este lugar, así como el arte que legó el maestro Luis Nishizawa Flores.

En el caso de esta emblemática fuente, que fusiona la espiritualidad de la naturaleza con el entorno, esta crea un lugar único al ofrecer una reinterpretación de los jardines zen nipones, que fusionan la espiritualidad de la naturaleza con el entorno.

“El mestizaje plástico asiático-americano lo da Nishizawa, no sólo en la cerámica monumental y en el paisaje, sino también en una serie muy amplia de naturalezas muertas, trabajadas en pinturas y mixografías. En estas obras aparece siempre la contraposición entre abstracción y naturaleza, ruido y silencio, quietud y conmoción, vestigio y proyecto”, expresó la crítica de arte Raquel Tibol.

Para el Jardín Zen, detalló que se utilizaron siete grandes bloques, “el mayor de ellos de 30 toneladas, que como antiguos menhires emerge de un espejo de agua situado en el inmenso patio central del Centro Cultural Mexiquense. Estas grandes piedras han sido apenas tocadas por las tallas, para que conservaran los ecos de las grandes montañas de donde provinieron”.

Por su parte, el historiador de arte Emmanuel Almazán, describe que el maestro Nishizawa Flores “dejó de manifiesto en Fuente Zen su concepto de cultura, alejado de inicio de los conceptos construidos y propuestos teóricamente a lo largo del tiempo, y enfocado más hacia el ámbito espiritual”.

Ambos expertos señalan que la obra de este artista mexiquense merece un tiempo de admiración, en cada visita al Centro Cultural Mexiquense, esto con la finalidad de que los visitantes se contagien de la espiritualidad que permea.